sábado, 24 de mayo de 2008

Cinco momentos fundamentales de la historia de la TV.

La televisión nos ha brindado a largo de su historia momentos que nunca olvidaremos. Sucesos que nos conmovieron, que nos tocaron una fibra íntima. Que nos llevaron hasta el llanto o la risa. Señoras, señores, con ustedes, cinco momentos fundamentales que pasaron por la caja boba.

5. Lo que dijo una de las Bandana. Una de las integrantes de ese efímero grupo de chicas que supo tener éxito a comienzos de esta década, confesó una terrible verdad en el programa de Mirtha Legrand. Chiquita, siempre punzante en sus cuestionarios a invitados, le preguntó a una de ellas (a la rubia, Virginia): -Che, pero que éxito que están teniendo, es impresionante. Se deben estar llenando de plata, no? A lo que la joven blonda contestó: -Para nada, nosotras no vemos un mango, toda la guita se la llevan los productores. Honestidad brutal.

4. Lo que dijo Charly García. Cómo olvidar aquella visita de Charly a lo de Susana Giménez en la que la rubia conductora, al verlo bastante saludable le dijo: - Charly, que lindo, estás más gordito. Y el bigotón la calzó de volea y la clavó en el ángulo: -vos también.

3. El final de Seinfeld. La serie del comediante Jerry Seinfeld transcurrió durante sus nueve años de existencia, sin ningún momento emotivo, y eso en parte, fue lo que la hizo una de las más grandes tiras de la historia de la televisión. Pero cuando menos lo esperamos, ese momento emotivo llegó y fue en el capítulo final. Un compilado de recuerdos de lo mejor de la serie con Good riddance (time of your life) de Green day de fondo. Un final que a todos los fans nos hizo poner de pie, para aplaudir e ir a buscar un pañuelo.

2. Nada se compara a Sinead. Allá por 1992, la cantante irlandesa Sinead O' Connor estuvo en el emblemático programa Saturday Night Live. Recuerdo que la loca hizo un cover del tema War, de Bob Marley. Al terminar esa performance, todos quedamos absortos frente a la pantalla cuando la pelada peló una foto del Papa Juan Pablo II y la rompió. Una imagen muy fuerte que jamás olvidaré.

1. La muerte de Roy. De niño solía deleitarme con la serie animada Robotech (ahora de grandulón también pero bue..). El tema es que recuerdo un momento en el cual mi vida cambió. Siendo niño recibí un golpe terrible del señor televisor: La muerte de Roy Fokker. El más capo, el más carismático, el más fachero, el más valiente, el más de lo más de la serie, de un momento a otro, cuando nadie lo esperaba, palmó. Fue la cruda irrealidad.


Mención honorífica: Los canas y los stones. Okupas fue una serie ejemplar de comienzos de esta década que brindó momentos inolvidables. Entre ellos, aquel en el que se produce un allanamiento en la casa de richard. En plena redada, uno de los policías ve que hay un equipo de música en pause, toca el botón (valga la redundancia) y arranca la versión de los Rolling Stones del tema My girl, de The Temptations. Una canción hermosa para un momento terrible.

Disfruten el final de Seinfeld. De nada.

sábado, 17 de mayo de 2008

Cinco bellezas polémicas.

Siempre suele surgir entre hombres la charla acerca de mujeres. Y a veces esa conversación incluye a mujeres famosas. Cada vez que nombro a alguna de estas cinco que vienen, se genera una gran polémica. Las quiero igual.

5. Reese Witherspoon. En cada ocasión que nombro a la actriz de Legalmente Rubia, se abre la controversia. Todavía no conozco a otro chabón que se sienta atraído por esta simpática rubia que también supo trabajar en la inteligente comedia de Alexander Payne, Election.

4. Drew Barrymore. Su historia ya me genera un afecto especial. Tiene un pasado nefasto, plagado de drogas y alcohol, pero la loca supo recuperarse y ahora es una de las actrices más cotizadas de Hollywood. Ese valor para resurgir, para salir desde el fondo y llegar a lo más alto, tiene un valor inconmensurable. Que en The wedding singer está gorda, que tuerce la boca cuando habla, nada. Nada de eso importa. Es una de esas minas de las que puedo decir, con esta me caso.

3. Mandy Moore. Suelen atribuirle cara de tonta. A ver si en el mundo real se animan a decirle eso cara a cara. Si es que les da bola.

2. Ashlee Simpson. Si, está linda. Pero me gusta más su look rubión. Algunos la acusan de narigona sin gracia, sin embargo, a mí me gusta mucho más que su hermana, el gato Jessica.

1. Narda Lepes. Creo que Narda genera más discusión que el Bilardismo y el Menotismo, el bosterismo y el gallinismo y el peronismo y el radicalismo. Para mí Narda es especial. No me animo a decir que es linda, pero su carisma, su manera de hablar y su conocimiento de música me compraron para siempre. Pero si, tiene muchos pelos en los brazos. Todo no se puede.

sábado, 10 de mayo de 2008

Cinco cosas más del MSN.

Es un tema recurrente, pero nos afecta a todos. A todos los que usamos el messenger. Van cinco observaciones más de este bendito/maldito medio de comunicación.

5. Cuando no te contestan. En alguna gente y en algunos momentos de la gente existe una paranoia cuando alguien que realmente estimás no te contesta. Mirás el estado y decís: - pero está conectada, por qué no me contesta? Y seguís con la reflexión: - Debe ser que se olvidó, se fue y no cambió el estado, puede pasar. Pero uno siempre o a veces, depende el estado anímico, sospecha. No sé, en algún tiempo me afectaba, ahora como que le resto importancia y yo también me voy olvidándome el "conectado" puesto. Tomá.

4. Los estados de ánimo. Es materia discutible. No se sabe si lo ponen para llamar la atención o porque realmente están mal. Pero... ¿por qué comunicarlo a los cuatro vientos? ¿Por qué todos tienen que saber tu estado de ánimo? Si estás triste, contáselo a los que querés. Igual es para discutir, como decía al principio. Si ves a alguien que dice estoy mal, es inevitable interesarse, sería muy descortés de nuestra parte ignorar un estado de ánimo así y no ayudar al otro preguntándole por lo menos que le pasa.

3. Los contactos de relleno. Siempre tenemos por ahí en nuestra lista de admitidos gente con la que no hablamos nunca. Están porque están. ¿Pero para qué? Creo que a esos contactos no se los borra, porque a la gente que se elimina es a aquella que hace algo malo. Y estos no hacen nada, están ahí, pero ni siquiera hablan.

2. La persecución. Cuántas veces perdemos nuestro valioso tiempo pensando. ¿Me habrá borrado? ¿Cómo puede ser que no se conecte nunca? Y ahí es cuando decimos el triste: - se debe conectar a la noche. Pasa que a veces es mejor pensar eso, que saber de posta que te borraron. Eso si que es triste.

1. La impunidad. Lo bueno y lo malo del MSN es la impunidad. Ah sí. Ahí somos todos capos, decimos todo lo que sentimos. Por ejemplo con las chicas: sin el cara a cara somos todos (yo soy uno de ellos) ocurrentes, verborrágicos, simpáticos, carismáticos y chistosos. Y después en el cara a cara es como que cuesta un poco más. Y más si es alguien que te gusta. Me parece que no hay que tener demasiado en cuenta al msn y vivir más la vida en persona. No sé, a veces me parece que hay que guardarse ese falso coraje e intentar ser todo eso que somos en el msn, pero cara a cara. Pasa que es difícil.

sábado, 3 de mayo de 2008

Cinco cosas que caracterizan a los recitales (de rock).

Los recitales tienen una mística especial. No tiene que ver con la gente, su aguante, las banderas, las bengalas y vamos vamos los redó. Tiene referencia a ciertas cosas que siempre pasan cuando vas a ver un show de rock. Algunas están buenísimas y otras no tanto. Nnnn, rockenrol nene.

5. El arrepentimiento. Y sí. Pasa. Cuántas veces dijiste:-mejor voy a platea así estoy más tranquilo. Pero cuando estás ahí, sentado como un perejil, viendo como la gente salta y se divierte, decís: -¡Puta! Porque no habré ido a campo. Es más, estoy tan lejos que la verdad no sé si es Jagger o Juanse ese canta.

4. El que vende más barato. Siempre aparece cuando estás saliendo del show el que te vende la remera del grupo en cuestión. El tema, es que este sujeto antes de entrar a la cancha te vende la remera al precio de una Lacoste, y cuando salís, te la ofrece a la mitad de lo que cuesta una Hering de segunda selección.

3. El olor ese. Lejos, pero muy lejos estoy de ser un fundamentalista de los cigarrillos sin marca. Es más, ni siquiera soy un asiduo consumidor. Pero que lindo es entrar a un show y sentir ese olor, te pone en clima. Sin ese olor, los recitales no serían lo mismo.

2. La estupidez de los cantantes. Esto es algo que no me gusta. Y es cuando los cantantes, casi siempre los que vienen de afuera, empiezan a decir onomatopeyas para que la gente repita. Y ahí es cuando es la gilada arremete con el eo, eo, eo. Y así con toda estupidez que se le ocurra al frontman de turno. Que bronca que me da.

1. La espera. Ya pasaron las bandas soporte y estás esperando el show principal. Esa ansiedad, esa expectativa, es algo sin igual. Y ese disco de una banda que no tiene nada que ver, que suena de fondo para matizar la espera, al otro día, seguro que te termina gustando. A mí pasó.