domingo, 25 de abril de 2010

Cinco costumbres que quedaron de modé.

5. Varios años atrás la gente le decía al cigarrillo faso. Y esa gente que lo decía, no ha abandonado en absoluto su costumbre. Por lo tanto, cada vez que algún noventero, o algún padre de algún amigo me pide un faso, no pudo evitar una mueca burlona, para luego explicarle que si está hablando de un cigarrillo, tiene que mencionarlo como pucho, cigarro o un careta ponele. Para que entienda que si no, está claramente hablando del faso.

4. Siguiendo con el tema del tabaquismo, por suerte ya casi no quedan ceniceros con colillas (palabra vintage si las hay) llenos de rush o lápiz labial.

3. Hace tiempo ya que no escucho a la gente pidiendo plasticola o voligoma.

2. Ésta es bien personal. Ya no voy a un kiosco o a algún que otro comercio a pedir cambio. Cada vez que lo que hago, te miran como si les estuviese pidiendo un riñon.

1. Se ha perdido una costumbre que supo tener su auge en los noventas y a principios del 2000. ¿Cuál era ese hábito? Agarrar los cds como si fuesen una joya preciada. Ya nadie te va a estar diciendo: -¡Agarralo del medio! ¡Cuidado con los dedos que se raya!

sábado, 24 de abril de 2010

Superdotado de inutilidades.

Continuo con mi decálogo de cualidades que si bien me dan una satisfacción personal de por lo menos cinco segundos, en definitiva, no me sirven para un pomo.

5. Es medio raro, más que nada desde el punto de vista que creo que nadie pone énfasis o piensa: - me gustaría que pongan tal canción en la radio-. Pero me pasa, si lo deseo, ponen el tema que quiero. En serio.

4. No es que cuente los minutos, o sea un estudioso de cuanto duran los comerciales, pero naturalmente, soy un relojito volviendo al programa que estoy mirando después de hacer zapping. Llego justo cuando termina la tanda.

3. Debe ser por mi prejuicio de condiciones casi profesionales, pero puedo adivinar claramente los gustos de la gente, sobre todo los musicales y cinematográficos. Lo cual hace aumentar o disminuir, según el caso, los prejuicios que tengo con antelación.

2. Soy un excelente entrevistador de taxistas. Hay veces que no quiero que me hablen, pero si encuentro interesante al personaje que maneja, puedo sacarle las confesiones más profundas.

1. Si estoy en un show, y la banda que estoy viendo toca un tema que no conozco, te saco de toque cuando está por terminar la canción, y para cancherearla, empiezo a aplaudir cinco segundos antes que termine cuando todos los demás no tienen idea. Lo cual me transforma inmediatamente en un iniciador de aplausos. Groso, aunque no sirva para nada.