domingo, 30 de noviembre de 2008

Cinco molestias que acarrea la lluvia.

A algunos los pone tristes, a otros melancólicos, a unos cuantos románticos y a Antonio Birabent no lo inspira. La verdad, a mí, la lluvia me rompe los huevos.
Así que Gene Kelly, andá a cantarle a Gardel. Y llevá paragüas.

5. El paso estratégico. Es sumamente arduo y trabajoso ir adivinando, cual rayuela in the rain, que baldosa está floja y cual no. Igual siempre uno termina con los pepés ensopapados.

4. El paragüas. Adorado por algunos, denostado por otros, el paragüas es una de las cosas más incómodas que existen sobre la tierra. Si bien es mucho mejor estar al resguardo de esta mini sombrilla, su acarreamiento es totalmente molesto. Ni que hablar de su inutilidad en los días de mucho viento.

3. Después refresca. Siempre está el pelotudo que en alguna conversación se disfraza de pronosticador y augura: - No, lo bueno, que ahora para y refresca. Ésta refresca. Después de soportar litros y litros de agua que cayeron del cielo, hay que aguantar el calor que por la humedad excesiva se torna insoportable.

2. La imposición de un nuevo peinado. La humedad, uno de los males que vine adherido a la lluvia, hace que nuestro pelo luzca diferente a como suele presentarse cotidianamente. A algunos/as se les infla y otros/as se les achata. A ver Teté, a mover las cabezas.

1. El plan obligado para la lluvia. Detesto que la lluvia imponga planes. Odio escuchar a los locutores de radio decir: -qué lindo que está para quedarse en casa. Pero porqué no te quedaste en casa vos nabo. O los que siempre proponen originalidades como ir de shopping, al cine o el ya vetusto programa de tomar mate con tortas fritas. Y encima ni sé lo que son las tortas fritas.

4 comentarios:

Yilí... dijo...

oppsss... venía bien el asunto, risa incluida, hasta que llegué a la línea trágica, NO SE LO QUE ES UNA TORTAFRITA... amigo, eso es herejía por donde se lo mire... no puedes haber pasado por la vida sin degustar una deliciosa torta de harina frita en grasa, trenzada o circular, con el azúcar pegada a la masa caliente..

Anónimo dijo...

Cuánta razón tiene Yilí.

Una vez salí con Martín "Beetlejuice" Carrefour en una bicicleteada con destino norte. Llegando a Don Vicente López nos agarró la peor de las lluvias. Ahí, bajo un techito, festejamos el contraste descorchando un mate. Si Carrefour hubiera sido mujer y linda, qué situación romántica, e. Pero siendo Carrefour Carrefour, fue como tomar un mate en Las Malvinas.

Y bue, a la vuelta decidimos aprovechar los servicios del tren. Y a Retiro quiero llegar. Ahí comimos las tortas fritas más ricas de toda la vida, en un puestito de faturas sin c de dudosa procedencia.

Alguna vez alguien dijo que el hambre es el más rico de los condimentos. Yo digo que Retiro techado mientras afuera llueve, cuando venís en bicicleta todo empapado, secándote con el vientito del tren y sabiendo que en unos minutos tenés que volver a enfrentar el agua, es todavía un poco mejor.

YeSi dijo...

no sabes lo que es una torta frita?!

Anónimo dijo...

ver paragüas con diéresis me la baja man