Cinco de esas películas que cuestionan seriamente eso de que el cine es el séptimo arte.
5. Waterworld. Es considerada quizás, uno de los fracasos más grandes de la historia del cine. Pretenciosa, grandilocuente e igualmente vacía. Paradójicamente porque se trata de una película llena de agua.
4. Caballos salvajes. La premisa estaba bien. Era la primera road movie argentina, tenía a actores de prestigio como Alterio y Sbaraglia. Y hasta tenía una frase de antología como: -la puta, que vale la pena estar vivo. Pero de todas formas, terminó siendo otro bodrio del cine nacional.
3. Swept away. Guy Ritchie se había ganado el respeto de unos cuantos con su ópera primera Juegos, trampas y dos armas humeantes y también en gran parte con Snatch, cerdos y diamantes. Pero este director, que también dirigió unos cuantos comerciales, perdió casi toda su reputación cuando filmó Swept away, una remake espantosa de un filme de 1974. Fue protagonizada por su otrora jermu Louise Veronica Ciccone, también conocida como Madonna.
2. Batman y Robin. Joel Schumacher viene a ser como una inversa del Rey Midas, todo lo que toca, lo caga. Un punto a su favor, es que casi todas sus películas arrancan bien. Sólo arrancan. Porque en el transcurrir de las mismas, se van desdibujando y ya para el final, parece que a este director le importa un cuerno si la historia cierra o no y la baja de un cascotazo. No es el caso de Batman y Robin, que es una bosta de principio a fin.
1. Pesadilla 6. Tengo el recuerdo de dos veces en las cuales me sentí realmente estafado en mi vida. Y las dos, fueron con los anteojos 3D. En esta película y en 360 también.
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