Si bien me parece perfecto que alguien quiera mejorar y cambiar su imagen, no puedo evitar sentir que cierta gente cuando deja de ser gorda, pierde su esencia, su gracia, casi hasta su alma. Y uno los ve por ahí, y no puede escapar del comentario, ahí va un ex peso pesado.
5. Fierita. Guillermo Catalano, como figura en su DNI, nunca fue santo de mi devoción. Nunca entendí que es lo que hace. No sé si es cómico, si es panelista, ni idea. Lo que sí se, es que ahora que está flaco, me cae peor.
4. Lorena Paola. Claramente, este personaje actualmente intrascendente y olvidado, tuvo su etapa de apogeo en su niñez, cuando cargaba unos cuantos kilos de más y era una gordita simpática.
3. Ignacio Goano. Cuando Nacho estaba unos cuantos kilos arriba, parecía un chabón macanudo, gracioso, un gordo con onda. Ahora que está flaco perdió todo eso, y encima da gay.
2. Ricardo Mollo. Si bien hay que ponerse de pie porque Richard conquistó a Nati Oreiro, este Mollo que come sushi y alimentos orgánicos no me va. El Mollo de Divididos, el posta, es gordo, de Hurlingham y se viste como un croto.
1.Tom Chaplin. Al cantante de Keane nunca lo vi gordo, pero esos cachetes rozagantes no pueden disimular su pasado de gordito gilún.
3 comentarios:
pero que mal me cae el cantante de Keane, su cara es el fiel reflejo de su banda: "la nada misma".
me tendrías que haber consultado acerca de este blog. soy un especialista en una categoría que se llama "Gordos que le hizo mal adelgazar"
El caso paradigmático es Tartu.
Panelista de Gran Hermano y periodista de chimentos.
Después de adelgazar daba la sensación de tener una enfermedad terminal.
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