lunes, 26 de octubre de 2009

Hermanos segundos.

Está el famoso, y está el pobre santo que sólo le hace sombra. De este último, del casi intrascendente es de quien nos vamos a ocupar en esta ocasión especial. Son estos cinco hermano.

5. Natalia Pastorutti. Casi que nunca fue nombrada. Es más, en los shows de Soledad, a la pobre Nati, ni siquiera la mencionaban. Funcionaba como una especie de respaldo vocal para la nena que instaló el revoleo de poncho. Eso sí, siempre estuvo el mito de que cantaba mucho mejor que su hermana.

4. Edgardo Mesa. Yendo al arcón de los recuerdos, encuentro a Edgardo, el hermano del famoso Juan Carlos Mesa, aquel prócer de Mesa de Noticias. Edgar se hizo conocido con un papel de segundón en ese programa y por conducir algún que otro ciclo de radio en la medianoche.

3. Diego Martínez. Haciendo valer un leve parecido con su hermano Mariano, el fulano este anduvo girando por varios programas de TV sin mayor éxito.

2. Los hermanos de MDQ. Aprovecho que es el puesto número 2 para nombrar a este par de imbéciles, de los cuales no puedo diferenciar cual es el bueno y cual el choto. Si bien me caían en gracia allá lejos y hace tiempo cuando estaban en cable, su incursión en la televisión abierta fue totalmente contraproducente. Ni que hablar de la participación insoportable de su madre en sus programas.

1. Gustavo Barros Schelotto. Gran segundón de Guillermo. Aún más ácido que su hermano. Cuando eran famosos en Gimnasia, los dos fueron en forma de combo a Boca, donde Guille fue ídolo y ganó todo, en cambio Gus se consagró diciéndole viejo bufarra al Bambino Veira y se despidió del club de la rivera.

3 comentarios:

danyb. dijo...

Que gente de mierda esos Schelotto, si los habré puteado, unos soretes.
te sigo leyendo che.

El Ene dijo...

Yo a gustavo lo banco.

Descartes dijo...

A pesar de mi gallinismo los banco a él y a Guillermo. Gran momento (aunque doloroso para mí) en la semifinal de la Copa Libertadores 2004 cuando hizo echar a Hernán Diáz, diciéndole al árbitro de aquel encuentro: -Este señor que no se quién es me está insultando. Un sorete entrañable.