De peluquerías

Cosas que pasan y me pasan cada vez que voy a cortarme el pelo. Que post Teté.

5. La incomodidad. Algo que me hace sentir bastante expuesto y vulnerable es cuando me hacen esperar al peluquero con esa toalla de tela puesta.

4. ¿Tu nombre? No me cae del todo bien que las recepcionistas de las peluquerías me pregunten el nombre. Lo puedo entender si hay 10 personas esperando, pero si no, lo encuentro como de una falsedad absoluta.

3. Sensación. Como que me da cosa ver en el piso, el pelo de la persona a la que le cortaron pelo antes que a mí.

2. Los nuevos peluqueros. Hay una nueva especie de peluqueros, los que en realidad no quieren ser peluqueros. Son aquellos que cual taxista verborrágico, te cuentan que en realidad lo de ellos no es la peluquería, sino la organización de eventos, el diseño de indumentaria, las relaciones públicas o viajar. Ahí es cuando empiezo a pensar que mi corte va a quedar como el culo. El peluquero posta, es aquel que exhibe con orgullo su diploma de la asociación de peluqueros, un poster ochentoso de Plusbelle y una foto de Franscecoli autografiada.

1. Conservador. Nunca, pero nunca, se qué contestar cuando me preguntan:-¿cómo te cortás? Si bien una buena respuesta sería: -como el orto, por eso vengo acá, mi contestación, ante la escasez de recursos con la que cuento para definir que corte quiero, siempre suele ser la misma: -así pero más corto.